lunes, 22 de octubre de 2007

Facho Stereo


Sábado 20 de octubre.

La primera señal la capté en Udaondo y Libertador, la esquina donde la organización decidió que estaría el primer vallado.
Un pibe de unos veintipico de años me ofreció un volante proselitista amarillo: "Lopez Murphy presidente". Carajo, como cambió todo, pensé. Antes las bandas del under te encajaban los volantes para que los vayas a ver a Cátulo, a Cromagnon, a Cemento, ¿ahora en un show de rock me dan un volante de este vendepatria?. Y en 15 cuadras que caminé solamente una banda me invitó a su concierto.
Seguí. Esta vez con la guardia en alto, porque esto me llamó la atención. Empecé a fijarme en la gente, con la esperanza de encontrar al adolescente promedio que acude a un recital, inconfundible entre otras tantas tribus urbanas. ¿Dónde están las remeras de La Renga, la de Los Piojos?. ¿Estás en el campo con camisa Legacy y pantalón de vestir? . Un héroe llevaba la de Las Pelotas. "Esperando el milagro" rezaba. Estaba como yo. ¿Hay alguno como yo?. Puede ser el fenómeno de la vuelta, diez años pasaron Hernán, hay gente grande, más familia, gente lindaaa.
Mientras pensaba, caminaba. Pasé uno, dos y tres controles. En el último me pidieron la entrada, la que escanearon con un lector de código de barras para permitirme el ingreso. En ninguno de los tres me cachearon, ni me revisaron la mochila. No hubo amontonamientos. Los chicos de "Prevención" parecían sacados de un cuento de Elsa Bornemann. Claro, es otro tipo de gente, acá no se prende fuego nada porque somos todos lindos, no pasa nada, no somos negritos como los de Cromagnon.
Después de esperar un poco el primer video de Capusotto apareció en la pantalla. Excelente. Aplauso, medalla y beso. Pero claro, algo tenía que pasar. Apareció Perón. No viene al caso lo que pienso de él como dirigente y político. ¿Pero si vas a ver a Soda, es necesario que chifles a Perón? Y claro seguro que ahora por culpa de este chabón tu empresa de en vez de ganar 100 mil, 200 mil dólares; gana 90, porque lo otro se lo tengo que pagar al negrito que labura.
El primer acorde de Juegos de seducción suena y toda la derecha argentina delira. Un show espectacular, de nivel internacional.
¡Y mañana vamos a recibir todos a Los Pumas juntitos!.
Osama, ¿no querés darte una vueltita por River?. Se solucionarían tantos problemas...

lunes, 15 de octubre de 2007

El absurdo


6- Espantapájaros (al alcance de todos), 1932.

Mis nervios desafinan con la misma frecuencia que mis primas. Si por casualidad, cuando me acuesto, dejo de atarme a los barrotes de la cama, a los quince minutos me despierto, indefectiblemente, sobre el techo de mi ropero. En ese cuarto de hora, sin embargo, he tenido tiempo de estrangular a mis hermanos, de arrojarme a algún precipicio y de quedar colgado de las ramas de un espinillo.Mi digestión inventa una cantidad de crustáceos, que se entretienen en perforarme el intestino. Desde la infancia, necesito que me desabrochen los tiradores, antes de sentarme en alguna parte, y es rarísimo que pueda sonarme la nariz sin encontrar en el pañuelo un cadáver de cucaracha.Todavía, cuando llovizna, me duele la pierna que me amputaron hace tres años. Mi riñón derecho es un maní. Mi riñón izquierdo se encuentra en el museo de la Facultad de Medicina. Soy poliglota y tartamudo. He perdido, a la lotería, hasta las uñas de los pies, y en el instante de firmar mi acta matrimonial, me di cuenta que me había casado con una cacatúa.Las márgenes de los libros no son capaces de encauzar mi aburrimiento y mi dolor. Hasta las ideas más optimistas toman un coche fúnebre para pasearse por mi cerebro. Me repugna el bostezo de las camas deshechas, no siento ninguna propensión por empollarle los senos a las mujeres y me enferma que los boticarios se equivoquen con tan poca frecuencia en los preparados de estricnina.En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender, con toda tranquilidad, un cigarrillo.

Oliverio Girondo

miércoles, 3 de octubre de 2007

Gobernando la Lengua

Insólita medida oficial
Buscando más eficacia, prohibió los gerundios

El gobernador de Brasilia cree que así agilizará los trámites

Miércoles 3 de octubre de 2007 Publicado en la Edición impresa del diario La Nación

SAN PABLO.– “Vamos a estar verificando su tema y a la brevedad lo estaremos llamando.” Los que viven en Brasil ya oyeron y padecieron frases como ésa miles de veces de parte de empleados del Estado, recepcionistas o telefonistas de servicios públicos. Es un mal que atacó al portugués (como al español) en los últimos años y tiene nombre: gerundismo.
Dispuesto a erradicar el problema, el gobernador de Brasilia, José Roberto Arruda, emitió un decreto terminante y... llamativo: desde ahora, ningún empleado público del distrito federal podrá usar el gerundio “como disculpa para la falta de eficiencia”.
Muchos piensan que se le fue la mano. Como dijo Domicio Proença, de la Academia Brasileña de Letras, “lo negativo es el gerundismo, no el gerundio”. Enilde Faulstch, profesora de lengua portuguesa de la Universidad de Brasilia, llegó a la conclusión de que el gobernador “confundió gerundio con gerundismo”, porque el gerundio “es una estructura del idioma y existe desde siempre”. Sería equivalente a querer prohibir en español el uso del "de que" para combatir el "dequeísmo".
El decreto debería haber especificado que lo que no se puede usar es el gerundio en el futuro. "Estaremos analizando el caso y le vamos a estar comunicando la definición." Una acción que va a ser realizada en forma continua (algo imposible), con una fecha y una duración indefinida.
El uso del "gerundismo" delata inmediatamente a quien tiene el vicio de maltratar el idioma. Identifica a quien quiere hablar de forma pomposa y para eso hace mal uso de la gramática. "Vamos a estar llamándolo", en la cabeza el empleado público o de alguna empresa que intenta vender algo, es más "elegante" que "lo vamos a llamar".
Entre personas medianamente educadas, el "gerundismo" es motivo de chiste. Hay quienes contraatacan al empleado del otro lado del teléfono con respuestas como "voy a estar estudiando su propuesta y estaré entrando en contacto". Del otro lado, la persona que ya fue contagiada por el gerundismo, no percibe la ironía.
No se sabe aún cuál va a ser el castigo para quien atente contra el idioma de Machado de Assis con el "gerundismo". Antes mismo del decreto de Arruda, muchas personas dejaron de usar el gerundio hasta en situaciones en que es correcto, apenas por miedo a que suene parecido con "gerundismo".
Otra decisión polémica
El portugués, lengua hablada por 200 millones de personas -en Brasil, Portugal, Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Guiné Equatorial, Macao, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental-, suele ser tema de discusión. Años atrás, el diputado Aldo Rebelo (Partido Comunista, aliado al gobierno) intentó aprobar un proyecto para multar a quien usara palabras en inglés en carteles o propagandas.
Fue motivo de risa.
A veces, se lo quiere simplificar -tiene varios tipos de acentos, cedillas, guiones y conjugaciones irregulares complejas-. Y a veces, al menos, unificarlo para que los libros puedan ser escritos en un único portugués, y no una versión para el país de Fernando Pessoa y otra para el de Jorge Amado.
El gobernador Arruda, ingeniero electricista y miembro del partido conservador Demócratas, puede haber sido tomado por un rapto de irritación al escuchar hablar a alguien que padecía el mal del "gerundismo", como le ocurre a todo el mundo algunas veces a la semana.
Pero su decreto tiene una implementación difícil, porque, como dijo la lingüista Wania de Aragao, profesora de la Universidad de Brasilia, "siempre que se intenta legislar sobre el idioma resulta un desastre; la lengua es de los usuarios".
Arruda comentó desde Washington, donde está en visita oficial, que su intención era dar "un recado simpático contra la ineficiencia". Pero la ineficiencia de los servicios públicos brasileños va mucho más allá de la gramática.
Un dato curioso: José Roberto Arruda perdió en 2000 su puesto de senador. Tuvo que renunciar al ser descubierto que había violado el panel de votación secreta del Senado, porque quería saber cómo había votado cada colega en la destitución de otro legislador.
Ahora para Paulo César Avila, el presidente del Tribunal de Cuentas del Distrito Federal, la norma dictada por el gobernador puede "superar los límites de la legalidad". Una campaña educativa habría sido más útil.
Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil